Fueron las palabras de la atleta paralímpica a sus pares en la bienvenida, preparada especialmente, a su regreso de los Juegos Paralímpicos realizados en Tokio, Japón. Desde la Plaza San Martín, subida a un móvil de Bomberos Voluntarios junto a su entrenador Jorge Chino Flores, fue escoltada por una ruidosa caravana hasta el Ian Barney I, donde la esperaban atletas, profesores, familiares.
«Quiero agradecer a todos los que vinieron, para mí es súper importante, son como mi familia» expresó la joven. «Estoy muy feliz de haber estado en Tokio y todas las experiencias que viví allá. Todos los recuerdos que me traigo son impresionantes. También algo de melancolía porque pasó tan rápido, pasó volando todo. Agradezco el apoyo que recibí de todos, tengo millones de historias para contar. Estoy contenta de poder vestir la celeste y blanca que muchos deportistas quieren y si yo llegué, les juro que ustedes pueden llegar. No bajen los brazos, hay muchos chicos con potencial. Yo dejé muchas cosas de lado, fue un sacrificio de todos, mi familia, mis amigos y Chino (entrenador) principalmente, así que estoy muy agradecida» destacó.
Mahira, primera obereña en participar de la máxima gesta del deporte adaptado en el mundo, debió aislarse una semana a su regreso de Japón. «Viví con mucha ansiedad hasta verla salir del avión, pero recién este lunes pudimos abrazarnos y hablar, contarnos todo lo que pasó. Un balance altamente positivo, así que feliz de tenerla acá. Vamos a intentar tener ese impulso positivo para lo que resta del año» manifestó su entrenador.