«Estoy muy dolido, hice todo lo que pude y no alcanzó», dice Cristian Galeano, papá de Josías Ezequiel. La autopsia aun no es determinante del cuerpo encontrado hace 3 días en la zona del barrio Prosol, cercano a San Miguel en Oberá. Sin embargo, los tatuajes de sus piernas y brazos así lo confirman y sus padres ya no tiene dudas. Este domingo, ambos, (Cristian y Carolina) estuvieron en la morgue de la Justicia para tener mayores datos de los profesionales que realizaron la autopsia al respecto. «Si, es Josías», dijo dolorido y acongojado su papá. También Carolina, la mamá del menor, estuvo en esa instancia tan triste.
Sin embargo, resta un estudio mayor de ADN para lograr una confirmación exhaustiva de la identidad del menor desaparecido, motivo por el cual aun no se realizará la inhumación, asi lo dispuso el Juez de la causa, Dr Horacio Alarcón. Tampoco se conoce razones de su muerte debido al estado del cuerpo del menor, que fue encontrado semisumergido en una zona de bañados.
El presunto homicida Andres Teixeira, detenido e incomunicado luego de haber sido encontrado en un yerbal «tarefeando» en la zona de San Vicente, había sido uno de los primeros sospechosos mencionado por la madre, en una de las primeras entrevistas realizadas por los medios. Tiene un frondoso prontuario y era buscado en forma paralela a Josías, debido a esta sospecha que recaía sobre sí. Robo, hurto y aprietes a menores en situación de vulnerabilidad, son algunos de sus antecedentes.
«Lo busqué junto con mis compañeros de la Policía, lo busqué solo, junto a amigos, recorrimos barrios, villas, pero todo fue en vano, él ya estaba muerto», agregó Cristian.
De hecho, la situación de Cristian-ahora Policía- es de autosuperación desde niño. Con muchos hermanitos, padre ausente y una mamá que pronto se despidió de este mundo, ayudó en la crianza de los mismos, vendiendo golosinas, diarios, estudiando cuando podía y luego con ayuda de muchas personas solidarias culminando estudios y convirtiéndose en un efectivo policial que hoy cumple tareas en la Seccional Segunda.
«Yo le dije que el podía salir de donde estaba, que yo me superé, que esos vicios no te llevan a nada, te destruyen», mencionó Cristian refiriendose a la adicción de su hijo y haciendo un paralelo con su propia vida.
Evidentemente, toda una vida de ausencias, contención, compañías no propicias en un contexto de adicción culminó en una tragedia: la muerte de un jovencito de 15 años a quien el estado y su familia buscaron por más de 30 días, con muchos datos falsos de una sociedad que muchas veces solo desea tener participación sin pensar en el daño que realiza con aseveraciones falsas. Las que desviaron la búsqueda hacia otros lugares incluso.
Ahora vendrá conocer las razones de esa muerte absurda, pero nadie devolverá la vida de un niño como tantos otros, en la misma situación.