Silencio.
Silencio.
Zumba un auto.
Los perros que parecieran recordarles a otros perros
su estar detrás de los muros…
Como si espantasen la muerte que se expande
del otro lado; de la mañana
La noche espabila la posibilidad de un algo
cuchicheando coincidencias
con todo el aire del mundo, para seguir hablando
confiados, creo que la cagamos
cuando se retorcieron los ojos, los otros
La almohada la gata la mañana…
El vecino está casi en cuatro, hurgando en la penumbra
de un sol que abraza el invierno, para eso las manos
Corro la cortina gritando con gesto mudo
Una moto parece devolverme el impulso de poderlo
casi todo, hurgar, el aire, la muerte que no toco, una mentira
y en la mano izquierda el teléfono a cable.
Marco con un gesto en los huesos, una forma de cuadratura
que sostiene los puntos extremos de cualquier existencia
¿Por qué verseo? Casi que ni pregunto que ya me voy disculpando:
– Programado/hasta cuando/ se levanta/ lo exige la comunidad
Una lástima, ya me estaba soltando…