• 23/11/2024 08:54

Reflexiones entre equívocas y univocas: Voces (por Juan Oviedo)

Jul 21, 2024

Hay una diferencia notable entre la “voz institucionalizada” y la voz que -no lo está-, ¿la diferencia?, que la -primera- supone ser voz “verosímil” por representar lo objetivo y su vínculo con lo real, y cuente con -medios masivos- que la socializan como -noticia-, dándole un alcance y amplia dimensión, mucho más que esa “otra” voz, no poseedora del peso que lo institucional otorga, por el cual no pueda competir en registro o llegar a ser –siquieraescuchada, pero eso no significa que tal voz no exista, ni tenga “nada” que decir, ni deje de ser verosímil o no esté “vinculada” con lo real, porque el hecho de -no ser- registrada como noticia-, no le quite realidad de hecho, ni deje de ser “grito” de resistencia o de denuncia, algo que la noticia institucional suele cubrir, ocultar y tapar, planteándonos la “tensión” irreconciliable entre “ambos” tipos de voces.

Por ejemplo, la voz del gobierno, las voces de la oposición y del silencio acerca de los que mueren de frio en la ciudad de Buenos Aires, nos diga que la -voz institucional- es una voz interesada, particularizada por el cual siempre portara la sospecha de ser un “signo” mudo, oscuro, en su pretendida intención por comunicar ¡siempre a su favor! y en detrimento al clarificar, indagar o posicionar algún registro distinto a sus intereses políticos partidarios.

La voz institucionalizada es discriminadora, pues condena al exilio de lo real a quienes ponen en tela de juicio la gestión de su institución, fuertemente moralizante devalúe y ejerza la falacia de -ataque al hombre-, a los portadores de las voces no institucionalizadas, la gente, esas que se elevan parapetados en la fuerza de los hechos, y a las que hay que “delimitar” bien, ¡vayamos al ejemplo!

Reza el título de un portal geselino, “No hay ola de robos, hay periodistas ensobrados que trabajan sobre el tema arduamente», como parte de una entrevista que le realizan al intendente Barrera, considera que, “si, hay robos, pero no de la forma como se lo plantea”, por eso lo de ensobrados, ahora, lo institucional se da en ambos lados, el periodismo y el gobierno, ambos le ¡hacen decir! a los hechos de delincuencia “dos” cosas distintas, para unos se trata de una -ola, plaga, estructural- etc. y para otro, naturaliza los hechos de delincuencia pero no los lleva a lo exponencial de estar ante una -inseguridad estructural-, he aquí, entonces, a las dos voces, pero falta la otra, la voz no institucional.

Lo que nos lleva a la siguiente paradoja, si la voz -no institucional- es presentada como noticia, entonces, se “torna” en voz institucionalizada y posicione la sospecha de ser una voz parcializada, y pierda el clamor de ser un sonido original, así, el delinquir presentado como estructural o no, es mero -operar político- entre oposición y oficialismo, la paradoja en ciernes diga que la voz -no institucional- no debe replicarse como noticia en las -voces institucionalizadas-.

Pero, entonces, ¿cómo podrá ser escuchada? o ¿cómo saldrá de su ostracismo?, por ser una voz “respuesta” a la fuerza de los hechos, debe salir como hecho y transformarse en “realidad” ¡tan grande! que trascienda la mera noticia de la -voz institucionalizada-, la voz “sufriente” de las injusticias, las mentiras y la burla marginadora, del uno más otro, de la singularidad que se hace “eco”, no son singularidades aisladas, sino sentidos fortalecidos entre sí, y desborden a los ensobrados de “ambos lados”, oficialistas y oposición, es la voz de lo -no institucional-, voz portadora de lo verosímil y de lo real, y hoy, con el caso Loan, posiciona la necesidad de examinar al “poder” en la provincia de Corrientes y extensible a todas las provincias del país, mientras, que aquí en Villa Gesell, el devenir o no del clamor,
será quien determine a los mentirosos en el pueblo.


Juan Oviedo