• 23/11/2024 06:06

Múltiples Existencias: Azafrán (por Manuel Díaz)

La única manera que conozco de volver a las hornallas es disfrutando de los platos más sabrosos. Es un disparate creer que se puede elaborar una comida deliciosa si no se sale de la pizza de delivery o del fideo seco de Dinco. Uno debe atreverse a degustar comida oriental, casera, de la abuela o de la suegra o hasta del compinche de la cancha que no mete un gol pero hace el mejor asado, conoce el punto exacto de la sal e incluso se anima a asar verduras.

Cuando cocino una paella de mariscos ya no soy Manuel, soy el azafrán que se esparce por el agua todavía tibia, soy el aroma del pulpo que se tuesta sobre el metal ardiente y se mezcla con el caramelizado de las cebollas junto al crujiente morrón rojo.

Cuando entran los invitados vuelvo a ser Manuel, sirvo las copas y disfruto de la sociabilidad y compartir memorias. Luego vuelvo a la cocina y para dar el toque final soy apenas una sensibilidad, un receptor de aromas y sabores; las papillas gustativas se embriagan de tantas delicias.

Y mientras mi alma de artista se eleva en este remolino sensorial, es muy probable que se me pase el arroz, que se me quemen los bichos, se llena la cocina de humo, literalmente… alguien tiene el teléfono de una buena pizzeria?