Luego de la visita al Vaticano junto a los obispos de la región norte de la Argentina, Monseñor Damián Santiago Bitar dialogó con los medios locales para contar como fue su viaje y la experiencia recabada en las distintas reuniones que mantuvieron en la Santa Sede.
Bitar señaló que es un momento inolvidable el que viven los obispos de Argentina que viajan en tres grupos de 35 aproximadamente, ya que no van todos juntos, “a mí me tocó ser parte del primer grupo de Obispos Argentinos que realizamos esta visita que no se realizaba desde hace 10 años. La última visita había sido en el 2009 con el Papa Benedicto XVI. En mi caso esta fue mi primera visita al Papa como Obispo y a la vez, fue la primera de un Obispo de la nueva Diócesis de Oberá, por lo que hubo muchos temas que hicieron que sea un momento muy fuerte, emotivo, muy rico espiritualmente e indudablemente muy fraterno, porque encontrarse con Francisco fue encontrarse con un verdadero padre, hermano y amigo”, expresó.
El Obispo de Oberá explicó que durante la semana tuvieron 16 reuniones con el equipo de trabajo que tiene el Papa en la Curia Romana, la audiencia Francisco por más de dos horas y las 5 celebraciones de la misa que realizaron en conjunto en las 4 Basílicas mayores que tiene en la Santa Sede en Roma. “En cada una de las 16 áreas nos encontramos con los colaboradores directos del Papa, les fuimos planteando temas y ellos nos fueron planteando otros, para poder leer la realidad pastoral de la Iglesia en la Argentina, de nuestras Diócesis y entre todos buscar caminos nuevos de evangelización que es lo que nos propuso el Papa Francisco en la primera carta que le escribió a la iglesia llamada La alegría del evangelio”.
Sobre el análisis que han hecho, Damián Bitar indicó que es imposible resumir las 16 reuniones, aunque subrayó algunos puntos señalando en primer lugar algo que el Papa les dijo durante la audiencia, “cercanía, nos subrayó mucho esa palabra. Cercanía de pastores, de sucesores de los apóstoles, de los sacerdotes y presbíteros con el pueblo de Dios, con todos, pero especialmente con los que más sufren. En segundo lugar, cultura del encuentro, en una sociedad herida, dividida, que levanta muros, fragmentada, agrietada; ser artífices de la cultura del encuentro y de la amistad social. Podemos pensar distinto, podemos tener puntos de vista distintos, puedo encontrarme con un no creyente, puedo encontrarme con una persona de otra profesión religiosa, pero esa persona es un ser humano que tiene su dignidad inalienable que debe ser respetada, tiene su conciencia que debe ser respetada. Por lo tanto, la iglesia debe estar en primera línea, sin hacer proselitismo, sin buscar competir con nadie, sino atrayendo a las demás personas con la propuesta del Evangelio. Con un gran respeto por la conciencia de la persona y siempre creando puentes que unen y derribando los muros que son los que nos dividen. Por último, la actitud de salida, Iglesia en salida, Iglesia en actitud de hospital de campaña. Iglesia presente allí donde hay un dolor, el de un adicto, de un pobre, de una persona que sufre. Sea del color que sea, de la clase social que sea, todo hombre es mi hermano, o es mi hermana, esté como esté. Iglesia misionera, Iglesia en salida, Iglesia hospital de campaña, son los subrayados del Papa que los colaboradores toman, para que en los diálogos con los diversos episcopados del mundo que van a la visita ad limina, los podamos después aterrizar dentro de nuestras realidades diocesanas”, manifestó el Obispo Damián Bitar.