En Obera existen unos 60 barrios emplazados en casco urbano y periurbano. Muchos de ellos, fueron caratulados como villas o asentamientos por el último relevamiento efectuado por la ONG Techo. El informe, dado a conocer a fines del 2016, reveló la existencia de 27 asentamientos que se sumaron a los barrios o núcleos de habitantes ya armados, en esos “nuevos” asentamientos permanecen 1913 familias. El último censo poblacional del 2010, menciona que Obera cuenta con poco más de 80 mil habitantes en su localidad,aunque en el departamento(que engloba a otras localidades) hay un total de 106.882 habitantes, más del doble del total poblacional del 2001 (51.381 hab.).
Si se toma en cuenta el crecimiento poblacional y que la mayoría de los habitantes de asentamientos no tienen ni titulo ni permiso de ocupación de sus viviendas, tal vez se entienda el porqué de la demanda actual por los servicios básicos en los últimos tiempos.
En menos de un mes, tareferos y vecinos bloquearon los accesos al edificio municipal obereño para pedir respuesta a sus inquietudes: laborales por un lado y de acceso a los servicios básicos esenciales por el otro.
Los vecinos, a veces reunidos en comisiones vecinales y otros en meros referentes hacen conocer su voz a diario en los medios radiales, quejándose por el mal estado de caminos, la falta de agua, imposibilidad de contar con energía eléctrica y posteriormente, acceso a la salud y espacios recreativos.
De todo un poco y algo mas
“Nuestra preocupación tiene que ver con esto, que a su vez lleva a una inseguridad constante, porque la necesidad muchas veces lleva a la delincuencia”, dijo Rubén, vecino del Barrio Villa Ruff, ubicado detrás del complejo.
Allí, son muchas las familias que en los últimos 10 años “construyeron” nuevas casillas, en un espacio “cedido” por los padres, los abuelos o-en el mejor de los casos-los vecinos.
No es el único ejemplo. En Barrio Osorio, donde este último fin de semana se hizo una reunión vecinal con funcionarios municipales, el reclamo se reiteró: agua potable, mejora de calles, permiso para bajar la luz, arreglo del desagüe que viene del otro lado de la ruta 103 que inunda al vecindario, espacio de recreación, actividades recreativas y reacondicionamiento del SUM, fueron los puntos tratados en la ocasión. El 31 de marzo se volverán a reunir para armar la comisión vecinal posteriormente, pero la problemática viene de años.
“Aquí hay 54 viviendas, en el año 1984, los únicos que se habían instalado eran mis padres”, comentó Mary, referente del barrio. De ese total, 38 casas están en la hectárea que comprende el asentamiento y los demás ya se instalaron en espacio “de calle”.
En el denominado Barrio San José, don Cándido Baez, se puso al hombro, la responsabilidad de “normalizar” la situación de las familias que habitan el lugar.
“Se logró que el propietario de las tierras nos otorgara la posibilidad de comprar nuestro terreno en cuotas, para luego poder bajar la luz y el agua. Después que nos reunimos con el Concejo Deliberante, las maquinas vinieron y arreglaron el camino por lo menos”, explicó Baez a FM El aire de Integración. Sin embargo, ahora requieren de la intervención de profesionales agrimensores para hacer el trabajo restante.
En San Miguel, uno de los barrios más populosos de Oberá, las aguas están divididas. Hay un sector que correspondió al promeba (programa de mejoramiento barrial) que tiene empedrado, cordón cuneta y servicios, pero numerosas familias quedaron fuera de esto.
El barrio tiene 3 pozos perforados que son administrados por la comisión vecinal pero, no dan abasto para tantas familias.
Según el sindico de la Celo Jorge Duarte “aproximadamente unos 20 mil obereños no tienen acceso al agua potable, y esto es un problema de todos”, dijo Duarte. Si bien la municipalidad reparte agua en camiones cisternas hay muchas quejas de faltantes, en Km0, Sapucay, aeroclub y km 11 sobretodo. En el KM 0, los habitantes señalan que son ocho manzanas que dependen de un tanque público que la Municipalidad carga una vez por semana, cosa que no alcanza, incluso a veces no vienen”, dijeron. Los vecinos de avenidas Picada Vieja, Juan D. Perón y Gendarmería Nacional,son los que mas reclaman por los caminos en mal estado. En el barrio Sapucay a continuación de calle Perón, cada vez que llueve con fuerza, el agua ingresa a las casas. Facundo, un joven morador del lugar explicó que “tenemos un quiosquito y ni cerrando con empalizada de madera evitamos que ingrese el agua, hace falta desagües que debe hacer la Municipalidad. Cada vez que pasan la maquina tapan todos los desagües y ahí tenemos otra vez problemas”, dijo. 
Caso testigo
Uno de los casos mas resonantes fue el de San Miguel, con la intervención del referente y ahora Presidente de la comisión vecinal Hugo Silva. Luego de bloquear los accesos al edificio municipal, hace algunos dias,fueron recibidos por funcionarios y al término de la reunión Santiago Marrodán, Secretario coordinador dijo “resolvimos desde nuestras áreas con cosas normales, o sea no hacia falta hacerlo de la manera que se hizo, ya que resolvimos funcionarios sin necesidad de que el intendente este”. La duda entonces que quedó pendiente era, porqué no se hizo antes este trabajo con los vecinos del lugar.
El último fin de semana en tanto, el operativo de “Jornada de trabajo integral a familias tareferas” llegó al barrio, de la mano del propio Vicegobernador Oscar Herrera Ahuad y otros funcionarios que aportaron charlas comunitarias, servicio del RPPersonas, control de libreta sanitaria, entrega de kits de herramientas para huertas, entre otras acciones.
Oficina de tierras
Creado por carta organica municipal y actualmente a cargo de Matias Frick, esta oficina tiene la función de trabajar en la regularización de tierras.
“La voluntad de otorgar a los vecinos en terrenos municipales permiso de residencia para bajar sus servicios esenciales está, pero cuando los dueños son privados que fueron transmitiendo de manera irregular sus tierras, nos imposibilita de otorgarles permiso alguno”, dijo Frick
Señaló que “de los 60 barrios hay muy pocos que están en tierras propiedad exclusiva de la municipalidad, uno de ellos es 100 Hectáreas, que en el 82 fue donada al municipio y se esta tratando de avanzar. Otro, es el denominado Barrio gunther que tienen tierras privadas y municipales”.
De allí, dijo, la importancia del acuerdo firmado recientemente con el Colegio de escribanos.
“Se firmó un convenio marco entre el Colegio de escribanos y la Municipalidad para abordar titularizaciones, nosotros aportamos el trabajo de campo y con vecinos y ellos el suyo como fedatarios públicos , de esta manera, bajaremos al máximo los costos que serán absorbidos por la municipalidad”, remarcó.
Destacó que donde actualmente se desempeñan es el 100 hectáreas, desde el mes de septiembre con base de datos y trabajo de campo y datos socioeconómicos.
¿Qué dice la carta orgánica?
Sancionada en el año 2013, la carta orgánica obereña, establece las formas en las que el Municipio deberá elaborar un plan de regulación y control en el desarrollo, además la planificación urbana atendiendo normas mínimas para sus habitantes. Expresamente en su artículo 54° inciso 5 expresa que se debe “Proveer a los asentamientos existentes de la infraestructura de servicios y equipamientos comunitarios necesarios”.
En cuanto a los asentamientos, la Carta Magna obereña reglamenta en su artículo 196° que “Por ordenanza se creará una dependencia en el Departamento Ejecutivo encargada de todo lo atinente a tierras, cuyo objeto será proponer y ejecutar las políticas de acceso y regularización, garantizando el derecho y la seguridad sobre la propiedad privada.
Ante la invasión u ocupación ilícita de terrenos municipales de dominio público, el Departamento Ejecutivo Municipal debe iniciar, de inmediato de producido el hecho, las acciones judiciales pertinentes. La falta de inicio oportuno y continuación diligente de tales acciones, podrá configurar falta grave y causal de destitución del Intendente y del Fiscal Municipal”