• 23/11/2024 15:17

Conectando saberes y beneficio a la comunidad

Los alumnos del Profesorado de Biología del Instituto Hernando Arias de Saavedra, llevan adelante todos los años proyectos de intervención, socio- comunitarias muy importantes para la calidad de vida de la gente y la interacción entre instituciones.

Este año, fueron 8 proyectos, algunos incluso que se continuaron del año anterior, no sólo para modificar hábitos sino para mejorar el hábitat de comunidades o sectores de la misma.

“En cuarto año dan una materia que se llama proyecto socio comunitario, en la carrera de Biología, luego de armar grupos, detectan una problemática y realizan una investigación para solucionar esa problemática detectada”, contó Miriam Clap, Docente del área.

“Tienen varias intervenciones, que se van llevando adelante en forma paulatina. Son en total 40 alumnos, que trabajaron incluso en otras localidades, esto es, observan problemáticas y tratan de dar una solución a ese problema desde la materia que se dá en el Instituto”, explicó Clap.

Los alumnos son protagonistas del cambio

Uno de los grupos conformados trabajó en el Asilo de Ancianos de Oberá, con abonos y huerta.

“Trabajamos con limpieza de suelos y como era un suelo bastante desaprovechado y compacto comenzamos con la investigación respecto a que se prodria aplicar para mejorar la fertilidad, probamos con 5 abonos y la lombricultura funcionó mejor y creamos un lombricario. Eso nos llevó 2 meses”, contó Sofia Quintana, una de las integrantes del grupo.

“Mientras tanto, hacíamos plantines en nuestras casas, hasta que se llevó al asilo donde explicamos las técnicas de siembra y cómo hacer la huerta, con vecinos del lugar. El antes y el después de cómo quedó la huerta nos alienta a seguir”, sostuvo entusiasmada.

También en un espacio verde del Barrio Hultgren se mejoró la plaza. Micaela Wost comentó asi que “vimos que en ese sector pasaban muchos cables de alta tensión, decidimos ornamentarla y minimizar el impacto de ondas de esos cables, analizando qué plantar. El suelo era alcalino y compacto, hicimos movimientos y pruebas, los chicos del lugar se coparon con esas pruebas y se sumaron. En la segunda intervención plantamos rosas chinas y cerezos, con neumáticos en el lugar hicimos canteros con flores y colocamos basureros. La levadura de cerveza, cascara de huevos, huesos de animales son fertilizantes que funcionaron y aplicamos, pero la levadura de cerveza fue la elegida para seguir fertilizando por los mismos vecinos”, expresó la estudiante.

Otra Escuela beneficiada con estas intervenciones fue la 822 de Villa Barreyro. “El objetivo era que la materia orgánica de la escuela no termine en el basural sino que se recicle”, contó una de las integrantes del grupo que apostó a ésta dinámica.

“Desde 1 y 2 grado hasta 7° concientizamos y llevaron la idea a su casa, utilizar la yerba del mate, lo orgánico de la cocina que se puede re aprovechar. Hicimos un compost en la escuela para mostrarles que lo que tenían se podía utilizar en algo benéfico y enseñarles a recuperar su jardín también”, dijeron.

“Los docentes nos acompañaron mucho en la misma escuela y los chicos se engancharon, incluso en las casas van haciendo lo mismo. Implementamos un repelente de insectos que esta hecho con ortiga y entre todos lo hacemos. Se trata de reciclar y usar lo que se tiene”, puntualizaron.

En otras localidades

En Campo Viera  y General Alvear, otros grupos de alumnos llevaron adelante prácticas importantes para esas comunidades enseñando además sobre el cuidado del medio ambiente.

“Se trabajó en dos sectores en la descompactación del suelo, con análisis de tierra de manera casera con  microorganismos y viendo cuáles son los beneficiosos y los perjudiciales, enraizantes para esquejes que aseguran que la planta prenda y la utilización de hongos que están en las raíces de las plantas que permiten mayor humedad y aporte de minerales muchas veces.  Tuvimos el apoyo de la Municipalidad de ese lugar que nos solicitó continuar con el proyecto”, contó Lucía Rizo, alumna. Allí se plantó además variedad de especies autóctonas con la inclusión de vecinos.

En la  Escuela 637 de Gral Alvear que es de jornada completa, se propusieron los alumnos del Saavedra, recuperar el suelo, para lo que hicieron varias intervenciones intervenciones, a efectos de preparar suelo y analizarlo. “Vimos que estaba degradado y decidimos implementar un hidrogel y otros abonos como el mantillo”, dijo Eduardo Sielma, ex alumnos de esa escuela en su primaria.

“Mejoramos la huerta y luego realizamos la plantación de verduras de estación y con muy buenos resultados. Empezamos en abril, la huerta es muy grande con canteros de 30 mts y trabajamos con variantes bajo media sombra y sin ella. Repollo, lechuga, acelga, en 15 dias ya estaban listas para comer. Somos un grupo de 5 chicos, yo soy ex alumno y por eso me interesé. Los chicos  dan huerta en la escuela y quisimos ayudarlos con mejor aprovechamiento”, sostuvo feliz y seguro de hacer una práctica que educa y enseña pero además deja huellas.

La nota final la dieron al dar una charla de cómo hacer el hidrogel para los padres de  alumnos de esa institución, cómo se lo hidrata y en qué se aplica, además de la enseñanza de los diferentes tipos de abonos que utilizaron y que los vecinos pueden hacer.

Jardín sustentable y Filtro ecológico

Otros proyectos interesantes que se convirtieron en práctica se aplicaron en el Hogar de Niños de Dia, del Barrio Sapucay donde se armó un jardín sustentable con los chicos y la reutilización de todo lo que había allí, gomas, latas y bidones. “La Municipalidad nos dió los plantines y el mismo lugar tenia elementos de abono que usamos como sustrato. Se dio valor al lugar, los niños se engancharon incluso en cuidar el jardín y se aprovechó los elementos que se tiran normalmente”, dijo Katherine Bello.

En el Barrio de 100 Hectáreas en tanto, otro grupo aplicó el filtro ecológico. “Es una zona baja, no hay conexión de agua potable, pasa un arroyo por el lugar, hay un pantano y se genera contaminación con las letrinas. Hicimos filtros ecológicos con plantas de banano, sumado a un filtro de carbono que hizo la Municipalidad y que también ayuda a decantar, incluso las aguas grises”, comentó Yessica de la Cruz, alumna e integrante del grupo del Saavedra.

“Faltaría hacer más cámaras sépticas  que tiene dos partes una cámara de desechos de baño y otra de filtro que funciona de descontaminante para utilizar en otros lugares, pero eso ya queda a cargo de la Municipalidad que hace una prueba piloto al respecto, al que sumamos los filtros ecológicos con las plantas de banano que plantamos  y la idea es replicar en otros lugares incluso en todo el barrio”, indicó.

“Tuvimos charlas con los vecinos, les explicamos lo que queríamos hacer y se mostraron muy interesados en solucionar su problemática, muchas tienen cámara séptica pero no filtrante, y es interesante ver cómo entre todos podemos ir solucionando estos inconvenientes sin mucha inversión”, aportó.

De esta manera, los alumnos estudian, diseñan, crean y se convierten en soluciones de problemáticas vinculadas al medio ambiente y la contaminación que afectan a toda la comunidad.