En el marco de la 40° Fiesta Nacional del Inmigrante, los visitantes pueden encontrar y disfrutar gran variedad de sabores en las casas típicas, tanto en las comidas como en las bebidas que nos presentan las colectividades. Este es el caso de la cerveza artesanal Saporoshi que cumple 15 años de su presentación en sociedad en el marco de la Colectividad Ucraniana
Saporoshi se inicia en el año 2004, ya había pasado la edición de la Fiesta de ese año, en una reunión de amigos entre Darío Tatarin, Marco Schuster y Jorge Motta, surge la idea de iniciar la fabricación de cerveza artesanal, y a partir de entonces se comienza con la investigación de todos los aspectos que hacen a la fabricación de cervezas. Se inicia como un hobby que los reúne para aprender el arte de la cerveza. En la edición del año 2005 de la fiesta del inmigrante se presenta por primera vez en la fiesta, ya con su marca y el nombre muy ligado a la cultura ucraniana, porque se inicia allí, en la colectividad ucraniana de Oberá, pasando a ser la primera cerveza artesanal fabricada en la ciudad.
En diálogo con Meridiano55, los maestros cerveceros indicaron que la elección del nombre tuvo mucho que ver con el inicio del proyecto, los creadores son socios de la Colectividad y comienzan a fabricarla allí, así que deciden que lleve el nombre que identifica a los cosacos ucranianos. La etiqueta de las botellas nos explica que significa el nombre: «campesinos, cazadores y pescadores armados fundaron en 1552 el Sich de Zaporozhia, un campamento fortificado situado a las márgenes del río Dnipro, en el centro sur de la actual Ucrania. Durante varios años fue la fortaleza de valerosos guerreros, los cosacos de Zaporozhia, quienes fueron célebres ucranianos que se levantaron con bravura para preservar las libertades de su tierra natal de las injusticias y los enemigos invasores».
Los responsables de Saporoshi Indicaron que lograron mantenerse durante tanto tiempo con esta empresa fundamentalmente porque se trata de un hobby, aún hoy lo sigue siendo a pesar del crecimiento que ha tenido. “Es el motivo para juntarse a experimentar, a mejorar lo que se hace, a compartir un rato, tomar una cerveza o hasta tomar un mate. Esas pequeñas cosas justifican la continuidad del proyecto, más allá de las obligaciones comerciales que impone el mismo. Nuestro ingreso al mercado es un poco irregular si se quiere. Por la característica de esta marca, que está dedicada en gran parte a atender las demandas que se presentan en el ámbito de la Colectividad Ucraniana, es relativamente poca su inserción en el mercado local, podríamos decir que es una deuda pendiente con el consumidor de nuestro producto”, señaló Jorge Motta, uno de los creadores de la marca.
Saporoshi produce hoy dos variedades de cerveza con diez sabores, “en los inicios, y creo que como todos los cerveceros artesanales se inician desarrollando alguna receta copiada de algún estilo ya conocido, nosotros hicimos lo mismo, sin embargo, al poco tiempo decidimos desarrollar un estilo propio, original, al que llamamos estilo misionero. Le dimos las características y sabores que la gente gusta, un trabajo que llevo unos años y para el cual la Fiesta del Inmigrante fue importante, por la cantidad de gente que pasaba por el patio cervecero y a quienes fuimos consultando y viendo sus gustos, para ir adaptando nuestras cervezas al paladar de la gente”, señaló Motta.
Saporoshi es una cerveza que se ubica en la familia de las Pale Ale, cervezas de alta fermentación. Se presenta en una variedad con base en malta pilsen y otra con trigo. Dentro de las primeras presentan tres grupos característicos por su color y combinación de maltas, que dan como resultado cervezas originales rubias, rojas y negras. Dentro de las rubias se encuentras sabores a miel y menta, dentro de las negras, café y dulce (sabor que aporta la stevia) y en las rojas, con sabor a vodka y a yerba mate. Y por último la de trigo que se puede ubicar como un estilo parecido a las weissbier alemanas.
“En el caso de las cervezas artesanales, quienes las consumen, les gusta probar estilos, más allá de que pueda tener alguna preferencia, es habitual que pruebe todas. En nuestro caso la más consumida es la cerveza rubia, creemos por una cuestión de costumbre con las industrializadas que más se consumen. Sin embargo, las rojas son también muy demandadas, y las de trigo son buscadas por quienes prefieren una cerveza más suave”.
Consultado por la capacidad de producir, Jorge Motta dijo que lo hacen durante todo el año, pero que siempre se intensifica la producción para la Fiesta del Inmigrante, “año a año estamos incrementando la producción porque es mayor la cantidad de gente que la va conociendo y vuelve para consumirla, eso nos da la pauta que estamos ofreciendo un buen producto. Este año la producción para la fiesta es del orden de los 2.500 litros, y vemos que vamos a estar bien con esa cantidad. El año pasado había sido del orden de los 2.000 litros. Durante el resto del año nuestra producción decae bastante, lo que hace que no estemos llegando todo el año al consumidor, pero esto es solamente un inconveniente de organización nuestro, no tiene que ver con otro factor más allá de eso”.
El crecimiento que ha tenido la marca los ha hecho pensar que el siguiente paso como empresa es poder colocar el producto en varios locales comerciales para permitir que los consumidores puedan tener acceso a Saporoshi cuando deseen disfrutar de una Saporoshi, con mayor producción y más lugares de comercialización.
“Saporoshi es una cerveza que mantiene esa característica, se elabora en forma artesanal en su totalidad, se utilizan productos naturales, no tiene conservantes y su carbonatación es con segunda fermentación, el etiquetado de las botellas es aún a mano. Características éstas que las hacen únicas, por eso despiertan tanta curiosidad y tanto interés, además de los sabores y aromas tan intensos que presentan”.
Darío Tatarin, Marco Schuster y Jorge Motta destacan la forma en que se elabora Saporoshi, “artesanalmente” nos dicen, orgullosos de su producto estos tres amigos que comenzaron con el proyecto como una aventura que ya lleva 15 años.