El padre Carlos “Charly” Olivero de los denominados cura villero, visitó la Diócesis de Oberá y aprovechó para conocer el trabajo que se realiza desde la Pastoral de adicciones local. “Nosotros estamos convencidos que el problema de la droga no es un problema focal, sino que toca un montón de aspectos, es complejo. Tiene un montón de aspectos a tener en cuenta, que evidentemente no se pueden abordar desde una respuesta única. Por eso entendemos que las acciones que se hacen son importantes y que también tienen un valor simbólico porque son una invitación al resto de la sociedad a hacerse cargo. Tiene que estar el estado con una parte de la respuesta que no la puede hacer otro, tiene que estar el empresariado, tiene que estar toda la sociedad, tiene que estar la Iglesia”.
“Valoramos lo que se está haciendo acá en Oberá, acá en la Iglesia. Vemos su valor simbólico y entendemos que es importante que se comprometa toda la sociedad. Cuando desde la Pastoral nacional le pedimos al presidente que declare la emergencia en adicciones, no pensamos solamente en que ponga plata para que haya más dispositivos. Pensamos también en que toda la sociedad de sienta como interpelada y llamada a responder”, manifestó el sacerdote.
Sobre la prevención de adicciones Olivero dijo, “Nosotros identificamos como muchas dimensiones más. Hay que reconocer que la adicción no es un problema solamente personal, también es institucional, social, familiar. Desde la Pastoral de Adicciones vemos que en muchos lados se está organizando la iglesia para dar una respuesta. El punto de partida siempre es la sensibilización, es reconocer que es un problema que pide nuestro compromiso. Cuando lo vemos muy complicado, cuando nos da vergüenza de que mi hijo de droga, que en mi parroquia hay un pibe que fuma, cuando empezamos con eso y lo empezamos a tapar, en el silencio, en el secreto los problemas crecen. Y se van agravando cada vez más, entonces el punto de partida es la aceptación”.
El religioso indicó, “la verdad es que es el problema de todos, está y hay que ponerle el cuerpo y hay que acompañar, cuando empezamos a acompañar nos dimos cuenta de que no es tan grave, es posible organizarse y posible encontrar un camino de respuestas. Los medios de comunicación siempre tienden a enfocar en lo dramático. Más que contar el drama hay que contar las experiencias exitosas, o los caminos y los intentos de las comunidades por hacerse cargo. Eso puede ayudar a pensar porqué nosotros en nuestra comunidad no nos organizamos. El foco es la persona, la droga aparece porque de algún modo hay algo que estamos viviendo mal. Si es así, que tenemos que comunicar recién cuando aparece la droga. Capaz había cosas que podíamos trabajar antes, que hace al bienestar a la construcción de la comunidad, del lazo social”, finalizó el religioso Charly Olivero.
