Un taller destinado a llegar a un libro personalizado a partir del cartón, se dictó en la escuela 822 de Villa Barreyro, el dia viernes. Docentes, alumnos y visitantes participaron de una capacitación interesante, donde dos talleristas de Colombia y Francia, enseñaron técnicas de encuadernado y edición de libros en cartón.
«En el 2003 surge la idea cuando se crea la primera imprenta cartonera, en la Argentina, Eloísa cartonera, que se expandió con diferentes sentidos, hoy hay 300 editoras cartoneras, por América Latina y Europa. Yo vengo de Vento Norte cartonera, tenemos 2 frentes de trabajo: la realizacion de libros y talleres en escuelas publicas», explicó Fernando, uno de los docentes visitantes. Dijo que la actividad «es autónoma, no tenemos vínculos institucionales con nadie, es de autogestión, con la idea de desmitificar que el libro es para pocos», sostuvo.
Por su parte, Alicia, también disertante y editora precisó que «no hay propiedad intelectual, permite la libre circulacion de textos e ilustraciones para que se comparta mas, es de libre difusión».
El entusiasmo se transmite, las manos se mueven y los libros coloridos y con un toque personal de cada alumno comienza a aparecer.
«El movimiento cartonero hay que verlo mas alla de las crisis, sale de una necesidad de cualquier pais del mundo, pero de origenes diversos. En Europa sale con la necesidad de crear vinculos sociales, a diferencia de aqui en latinoamérica que era por una cuestión económica».
Aqui hay muchos libros objetos, obras de artes, en lo que a mi respecta, busqué crear un proyecto autónomo cuando empecé y gracias a estos libros financié un año de viajes a Latinoamérica», precisó la joven.
«Esto nos demuestra que no son necesarias las máquinas para todo, nuestras manos pueden hacer mucho más,.sobretodo con el cartón que es lo que mas hay en nuestras vidas», apuntó.
Uno de los alumnos de la escuela primaria, Luis Alegre, mostró con mucho orgullo lo efectuado y dijo que «estamos haciendo un libro con nuestras propias manos, nunca lo intenté, es la primera vez, hoy aprendí la técnica de encuadernamiento con el punzón»,comentó.
Lucia, otra jovencita de la institución contó una historia de novela, muy apasionante y relató que es muy bueno dejar que la imaginación vuele y «que lo que pensás queda plasmado en una historia y papel».