La idea de que los cambios climáticos, fruto de los excesos y abusos del hombre, se veían en países lejanos ya quedó en el pasado a causa de la abrumadora evidencia concreta que se siente en la provincia. Del mismo modo en que se incrementan las lluvias también aumentan los períodos de sequía haciendo que el clima oscile entre ambos extremos.
Según el blog educativo GAIA dependiente de la carrera del profesorado de Geografía del Instituto Antonio Ruiz de Montoya, Misiones prevé un aumento de temperaturas en promedio de más de medio grado y un crecimiento en las precipitaciones superior a los 150 mm. Los cambios impredecibles del clima en períodos breves, muestran alternancias entre tormentas, sequías, inundaciones y copiosos chaparrones súbitos. Una explicación de estos fenómenos estaría dada por el aumento de las regiones dedicadas a las actividades agropecuarias que fueron reduciendo sustancialmente la selva y este cambio acarreó severas consecuencias en el ecosistema local.
Se deberán atender aumentos en enfermedades endémicas como la fiebre amarilla y el paludismo producto de la “tropicalización” del clima misionero, que estaría pasando de la categoría Subtropical a Tropical cálido. Habrá que planificar acciones para adaptar los cultivos a esta nueva realidad y minimizar los impactos negativos sobre la actividad.
Investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria INTA, aseguran que la región húmeda, que incluye a Misiones, padeció modificaciones a causa del cambio climático (producido por el hombre) y la variación climática (producida por la naturaleza), fenómenos que están plenamente visibles en la actualidad. A nivel local, las plantaciones de té mostraron afecciones por estos cambios y se estudian las medidas a tomar para evitar contratiempos en la producción.
Se continúan las observaciones e investigaciones a fin de reducir los efectos y adaptarse a los cambios.