• 20/04/2024 05:57

MADRE de riesgo, pero llena de amor

Karina (33) es quien rescató junto a otros efectivos a 5 niños de una vivienda inundada en Barrio Sapucay, hace algunos días. Pero más allá de su trabajo y pasión por el mismo, ama su familia y sus hijos. Es Policía pero a la vez, una madre… de riesgo.

“Me recibí en diciembre del  2005, ya que ingresé a la fuerza tras salir del secundario que cursé en el bolp 41 de Villa Bonita. Me crié con mi madre, Luján Da Silva y llevé el apellido de ella hasta el 2013 cuando mi papá hizo el reconocimiento paterno y mi apellido cambió a Kibisz. Tengo 2 hijos…Gonzalo Joaquin  de 9 años y Tiziano Valentino  de 5. Ellos y mi mamá son mi vida”, resumió en una breve biografía Karina, la mujer policía y madre que entrevistó Meridiano55.com.

“Mis nenes son mi cable a tierra y creo que al hablar de ellos mis ojos se iluminan de manera especial. Es inexplicable lo que uno siente por un hijo, es innato, pero también los prendí de mi madre que con mucha voluntad y sacrificio crió a sus hijos”, señaló.

Se desempeñó como Policía siempre en Oberá, pero vive en Villa Bonita, Campo Ramón. Tuvo varios episodios de riesgo y de temor. “Cuando salís de guardia nunca sabés qué te puede tocar, ni cómo volvés. Me pasó trabajar en 100 has cuando mi compañero de tareas falleció con un cuatriciclo al hacer un operativo, esas cosas te marcan para siempre”, relató.

Segura de sus acciones y de trabajar para lograr una mejor calidad de vida al ciudadano, mencionó  que “con la profesión que elegí, sé que estar en situaciones de riesgo es algo que está a la orden del día, podes pasar de estar en absoluta calma a una situación que ponga en riesgo la vida de otros y la propia. Salís de tu casa y no sabes qué pasará en tu turno, en tu guardia y si vas a regresar bien. Nos exponemos a todo tipo de situación; a lo que la gente está acostumbrada a ver y a otras no tanto, el Policía está para todo, es así, la palabra lo dice, multifunción.

“Siempre pienso en que si algo me pasa, que mis hijos aprendan el valor de la vida, tener valores como personas y sobre todo, que sean personas buenas,  que no importa cuánto se tenga en los bolsillos, que se  esfuercen  para ver lo mejor y dar lo mejor, pero sobre todo agradecer a Dios porque sin él no somos nada”, remarcó sonriente la mujer policía y madre.

Respecto a lo que sucedió con los niños rescatados en el Barrio Sapucay durante el temporal de hace algunos días, con su foto en todos los medios y sin ningún tipo de titubeos, Kibisz mencionó que “conozco la zona del Sapucay porque mis destinos fueron en  Seccional Primera y Segunda, actualmente estoy en el Destacamento de Villa Barreyro que depende de la Cuarta y por consiguiente en contacto directo con la gente del barrio afectado. Son personas muy humildes, muchas veces mal vistos y juzgados. Al ver el agua desbordada y al verificar  que en esa casa había 5 chicos casi de la misma edad de mis hijos casi, además, no dudé no pensé, ni medí las   consecuencias. Me metí, los chicos en una pieza chiquita arriba de  la cama y muebles, el agua subiendo,afuera el arroyo totalmente desbordado y con tanta corriente de quizá llevar a un adulto ni imaginar un niño, nos metimos. El varoncito de  4 fue al primero que llevé, después a una de las nenas, mi jefe a la otra nena y por último llevé a la más chica. La madre sacó a la beba de 1 año y poco. El alivio de ver a los chicos en tierra  firme a salvo no tiene precio. En ciertas partes, el agua empujaba y no sabías que pisabas, sentía miedo, pero le hablaba a los chicos cuando los llevaba diciéndoles que se agarraran de mi cuello y no se soltaran, que todo iba a estar bien- igual que cuando en una tormenta le decís a tus hijos eso-. Fue un momento único, porque su alivio luego, también fue el nuestro”, puntualizó feliz.

Sus pensamientos vuelan, y el paralelismo con sus hijos es permanente, el SER madre, pesa en su profesión, está presente todo el tiempo, pero también el ser “buena persona”.

“Creo que como seres humanos debemos ayudar, debemos solidarizarnos, a mí en particular me duele mucho situaciones de abandono, del tipo que sea, emocional, económico , espiritual y sobre todo si  afecta a los chicos. En muchos casos, resulta imposible intervenir o hacer algo para cambiar la situación pero creo que con cada cosita pequeña que se haga ayuda y mucho”, indicó

En pareja con Ricardo R. valora a la familia, y a su madre más que nadie. “El ser madre y estar en contacto con la inseguridad  es complicado, vemos la cara más fea de la sociedad y quizá por eso nuestros ojos son más abiertos a VER, los sentidos más agudos, pero siempre tenemos que pensar que la sociedad puede hacer que las cosas cambien para bien si es que nos esforzamos e involucrados todos. Creo que el deseo de cada padre es que su hijo viva en un ambiente sano y con posibilidades de estar cada vez mejor,  la seguridad conjuga muchas acciones pero esas acciones debe tener la participación de todos. No importa adónde nos encontremos ni qué rol nos toque, importa qué es lo que hacemos”, finalizó.