• 26/04/2024 14:54

Relatos de Argentinos en el mundo y cómo viven en otras provincias la pandemia

Muchos argentinos se encuentran residiendo en otros países, como muchos misioneros se hallan viviendo en otras provincias. Sin embargo, la pandemia de coronavirus, nos une.  Todos tenemos que cuidarnos y llevar adelante el aislamiento social obligatorio.

Sin embargo, las restricciones no son para todos igual, como tampoco lo es la afectación que genera en cada ser humano.

Consultamos a argentinos que viven en otros países y hablamos con misioneros en otras provincias y reflejamos estas diversas realidades.

Natalia Ubeda (Camboriú, Brasil):

“Vivo aquí hace 10 años, en una ciudad que muchos caratulan como el paraíso, donde la gente viene de vacaciones, donde la costanera es el mar, si estás estresado o mal salís en bicicleta por la playa o el mate en la misma y ahora hace más de un mes encerrados, sin poder trabajar y con miedo, sobretodo de la falta de decisión de los gobernantes que se preocupan más por la economía que por la salud”.

“Nosotros nos cuidamos y no salimos por decisión propia, buscamos actividades en el hogar, hacemos gimnasia viendo redes, socializamos con videollamadas y no vamos a la playa. Sin embargo, el último fin de semana, se liberó la playa pero luego una decisión judicial volvió a clausurarla porque la gente se volcó masivamente a ella, sin cuidados y sin restricciones”.

“Hay muchos contagios, muchos muertos, el estado no te cuida y solo depende de nosotros, lo que hagamos o no, pero lejos está nuestro paraíso inicial”, expresó.

Cy Iurinic (Berlín-Alemania):

Desde hace más de 10 años vive en Berlíny expresó: “ Si teníamos un plan a principios de año, ya cambió todo. Veníamos de un invierno largo que comenzó en octubre, generalmente no tenemos nada de sol, es oscuro, por lo que cuando comienza la primavera la gente no puede esperar para salir de sus casas, y justo cuando eso iba a pasar, nos encontramos con la pandemia. Sin embargo, el gobierno tuvo eso en cuenta y no puso una cuarentena muy rígida, no se prohibió salir, todo lo que se implementó tuvo que ver con el comportamiento de la gente y se sabía que si no cumplías te podían impedir salir, asi que se cumplió”.

“ Con reglas, en el parque podes estar a 5 mts,uno de otro, si salís al super y demás la distancia debe ser de 2 mts. Ahora se habla de levantar progresivamente las reglas, deberán utilizar mascarillas en el transporte público donde habrá que respetar distancias también, pero bares y restaurantes siguen cerrados y todas las actividades como octoberfest, marcha del orgullo, maratón de Berlin, etc, ya fueron suspendidas”.

“Lo que se permite ahora, es tener acceso a la salud pública, que aquí no existe, pero por esta pandemia la asistencia sanitaria puede ser gratuita ahora, formularios burocráticos mediante. La diferencia con Argentina en eso es abismal. Se habla de apertura progresiva de escuelas. Se ayudó también a quienes trabajan independientemente con algún dinero, tampoco es igual a Argentina que superó la ayuda en esto, más amplia y para más sectores”.

Julio Sanandrés: (Madrid España)

Reside hace más de un año en ese país, aunque también tiene nacionalidad española, es argentino: “Hace ya 40 días estamos aislados, pegó muy fuerte aquí el coronavirus porque no se tomaron medidas a tiempo, ya todos saben las consecuencias.”

“Personalmente trato de mantenerme activo todo el tiempo. Contribuyo al faltante de materiales sanitarias, con impresora 3d fabrico mascarillas, somos varios desde sus casas que hacemos esto, lo que posteriormente se distribuyen en hospitales y demás”.

“Toco la guitarra y eso también me mantiene entretenido, la creatividad aflora. Los cuidados son los mismos de Argentina o lo que recomienda la OMS, en cuanto al contacto con personas, mascarillas, desinfección de todo y ser precavidos. Tengo amigos que se han infectado, otros que trabajan en centros de salud, que se enfermaron y ya recuperados volvieron a trabajar. Hay que respetar medidas, seguir con las indicaciones, ha sido y será un cambio de vida completo”.

“Yo salía a las 9 de mi departamento y volvía a las 22 hs, más o menos y de un dia para el otro, pasé a estar todo el dia en casa. Igual uno se adapta, pero creo que de esto se sacará cosas buenas, la solidaridad se manifiesta y la policía pasa todos los días con megáfonos para ver si alguien necesita algo.  Estoy solo, pero nunca me sentí en soledad, me conecto  por redes y me mantengo  informado”.

Emilia Zalazar (Bariloche, Argentina)

“Usamos barbijos y se puede salir solo con terminación de DNI, par o impar. Hay mucha incertidumbre, uno no se imagina nunca esto. Los incendios el año pasado en esta zona nos afectaron y ahora esta pandemia nos hace pensar en nuestro planeta y lo que le hacemos”.

“Tengo niños y ellos sienten la falta de salidas y la comunicación con la familia, que fortalecemos  por redes siempre”.  “Somos responsables de nuestra salud y alimentación sin dudas y eso hay que incorporarlo. Estamos agradecidos de la comida y estar calentitos, y esperando pase pronto. Tuvimos y tenemos casos y eso preocupa, no se sabe dónde está el virus, ese es el problema, hay que cuidarse”.

 

Gabriela Iurinic (Capital Federal, Villa Urquiza)

“Impactó mucho el aislamiento, se vive en departamentos, hay poca presencia de niñes y adultos mayores en las calles, une se organiza para salir lo menos posible de sus casas, tratamos de hacer compras por otros que no pueden”.

“El uso de barbijos o limpiar la mercadería que traemos es lo que se incorporó por último pero nos organizamos, incluso comunitaria y colectivamente, eso es muy bueno”.

“Los cambios son muy visibles algunos, otros no. Trabajar desde casa con los barrios, acompañando y sosteniendo en el teléfono, sin poner cuerpo y mirada es raro, pero no menos importante y hubo que acostumbrarse. Armar redes, entender que no todos tenemos los mismos recursos simbólicos y económicos es fundamental. Una llamada, una donación para que el que no tenga para comer, lo tenga, es fundamental”.

“No todos tienen lugar para circular en sus casas, lo que genera incomodidades, incertidumbre, miedos, por eso, la contención es fundamental.  Nuestras vidas se dieron vuelta y fuimos aprendiendo a acomodarnos y buscando otros sentidos”.