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Todos los días nace el Señor

Dic 25, 2017

El pueblo de Israel esperaba al Mesías que Dios había prometido por medio los profetas, que vendría a liberarlos.
Esperaban, pues, un guerrero, un rey fuerte y poderoso que pueda guiar un gran ejército y llevarlos a la liberación.
Como siempre Jesús es desconcertante, nos desconcierta porque nos saca de toda lógica humana, porque su actuar se basa en el amor y siendo de condición divina se despojó de su rango para compartir nuestra condición humana; lo esperaban como rico y nació en la pobreza; esperaban un guerrero y sus armas fueron el perdón y la paz; su revolución se hizo por medio del amor y el signo de su triunfo está en el madero de la cruz.
Dios se hizo hombre, para que aquel que vive en tinieblas y sombras de muerte pueda vivir en la luz; para que aquel que vive en pecado se levante y experimentando la misericordia del Señor viva en la gracia; para que aquel que se siente solo y abatido, sepa que tiene a alguien a su lado; para que aquel que sufre y llora, tenga consuelo; para que aquel que pasa por la injusticia y la violencia, experimente la paz; «Dios se hizo hombre, para que el hombre se haga Dios» (S. Agustín).
Si para esto ha venido el Señor, podemos decir que todos los días nace el Señor, en aquellos corazones que se abren para recibirlo como si fueran unos pesebres, en aquellos corazones que llenos de gozo no solo cantan, sino que dan gloria a Dios con sus obras y se esfuerzan por mantener la paz entre los hombres.
Todos los días nace el Señor, en aquellos hogares que son comunidades de vida y amor, donde los esposos y padres e hijos se esfuerzan por comprenderse y amarse
Todos los días nace el Señor, en aquellas personas que, en los campos, en las fábricas, en las oficinas, van cumpliendo con su labor cotidiana, sin egoísmos ni envidias, solo pensando que con su trabajo contribuyen al bienestar de la sociedad.
Todos los días nace el Señor, en aquellos hospitales donde el personal tiene que luchar contra la enfermedad y la muerte, y ponen todo su conocimiento y esfuerzo al servicio de la vida.
Todos los días nace el Señor, en los medios de comunicación que nos transmiten la verdad sin manipulaciones y sus programas nos culturizan.
Todos los días nace el Señor, en las escuelas donde los maestros educan y van formando no solo con la palabra sino también con el ejemplo.
Todos los días nace el Señor, en aquellas autoridades que con honestidad buscan la justicia, el desarrollo y la paz para sus pueblos.
Todos los días nace el Señor, recibamoslo en nuestros corazones!
Los que hacemos Meridiano55.com deseamos a nuestros lectores que pasen una ¡Muy Feliz Navidad!