El bastón blanco-día que se recuerda hoy, implica la ayuda que debe tener el no vidente al portar un bastón y las implicancias de ser ciego, generalmente en un mundo preparado para videntes.
«Para nosotros salir a la calle es muy difícil, al tener un bastón blanco nos identificamos como tales. Lamentablemente los obstáculos que encontramos en las calles, veredas, transporte, se hacen difíciles de superar para transitar con comodidad», dijo Lidia Sanabria integrante del Centro amigos del ciego «Margarita Higa».
«La comunidad no tiene conciencia muchas veces, cuando vas con una persona que vé, se dirige a él y no al ciego, nosotros no vemos pero tenemos todos los demás sentidos, somos seres humanos. Cuando salís a hacer compras y vas en un remiss, muchas veces paran en el medio de la calle no contra el cordón para que bajemos, hay muchos detalles que tener en cuenta y no se tiene porque nadie se pone en nuestro lugar. Los aires acondicionados cerca de la cabeza, veredas ocupadas, etc.», dijo Sanabria
Indicó que «tenemos que recordar que el que no vé, necesita el camino despejado, que el que va a implementar un comercio, una actividad o que vaya a legislar se vende los ojos e intente hacer lo que pretende, para saber lo que se siente», mencionó.
Dijo que «Yo trabajo en mi taller, leo mucho en braille, me mantengo activa, pero a cualquier persona que pierde la visión cuesta aceptar ser ciego y adaptarse, y nadie está exceptuado de esa posibilidad».