La situación económica es dificil para muchos, en el caso de las escuelas públicas se observa todo tipo de necesidades, sobretodo la falta de comida en los niños. Por eso, los comedores, desayuno o meriendas resultan fundamentales y las escuelas de jornada extendidas son las elegidas por ello.
En la escuela 237 de Barrio Norte, que cuenta con ayuda de la comisión vecinal, existen 396 alumnos que cursan sus estudios, de los cuales 188 corresponden al primer ciclo de primero a tercer grado que reciben o desayuno o merienda y luego los restantes que son de 4° a 7° grado que desayunan y almuerzan aqui.
«Nos manejamos aún con partida del año pasado que recibimos en noviembre, aunque se nos está haciendo cuesta arriba, ya que todo subió. Estamos preocupados porque se nos termina el dinero y no sabemos cómo seguir y los niños necesitan comer, porque vienen con hambre. Justamente, desde el sector de nutrición del Ministerio nos indicaron detectar familias vulnerables para otorgarles una comida más al día y asistimos a 9 de ellas, pero en realidad deberían ser unas 20, pero no nos alcanza», menciono Lucía Mancini, titular de la institución.
Explicó que ya habian dejado el dinero el año pasado de la partida de noviembre a los proveedores y por eso aún tienen, «No retiramos la mercadería porque si dejábamos en la institución en vacaciones nos podían robar, asi que pagamos y quedó allí en los negocios y ahora tenemos».
Dijo que al alumnos se le ofrece » mate cocido o té con galleta, pero no leche porque no conseguíamos, debido a la carencia a nivel nacional, también le damos dulce de membrillo, mermelada o batata. El menú del mediodía es variado. Notamos que los chicos repiten el plato, comen dos y hasta 3 veces el almuerzo, esto dá la pauta de la necesidad alimentaria que tienen, hay chicos del barrio y de otras zonas rurales que se trasladaron aqui y vienen a la escuela», sostuvo.
Son 59 docentes los que tienen la institución que además cuenta con equipo de apoyo pedagógico para la atención de niños con problemas de aprendizaje o conductuales.
«Entendiendo la situación imperante pedimos el menor materia didáctico posible, contamos con libros en los grados y asistimos en la medida de los posible porque entendemos la situación crítica de las familias», dijo Mancini al Aire de Integración.