Hace algunos días, personal de la Dirección de Saneamiento ambiental de la Municipalidad local, colocó ovitrampas en diferentes domicilios para detectar la presencia de mosquitos. Las mismas fueron retiradas y están siendo analizadas en el primer laboratorio de este tipo que tiene la ciudad.
La bióloga Alejandra Meraki está a cargo del mismo y comentó que «el equipo vuelve luego de una semana y retira las trampas y allí analizamos, para ver si hay huevos que puedan convertirse en larvas, en un proceso óptico analizamos si hay huevos en el papel interno de la trampa», expresó.
Dijo que «se está montando el laboratorio aún, pero no hemos encontrado una cantidad de huevos importantes, por lo que no hay que eliminar posibles criaderos, aunque aún hay mucho material para analizar. Esto se llama vigilancia entomológica, que nos ayudará a saber cómo estamos, por ahora la forma es de pruebas y ajuste», señaló la joven profesional.
Dijo que es la primera vez que se hace esta estructura en Oberá, «el indice larvario se hizo ya a nivel nacional, pero esto no. Es una metodología aprobada por la OMS y la OPAD, Oberá tiee algunas características particulares y a eso nos ajustamos», mencionó.
El laboratorioa esta ubicado sobre calle Bolivia a espadas del jardin de los pajaros y corresponde a saneamiento ambiental.