• 26/04/2024 16:39

Remisero denunció detención arbitraria

Un caso relativamente llamativo de detención arbitraria se presentó el último fin de semana en nuestra ciudad. El pasado viernes cerca de las 23hs, según relató en el programa radial El Aire de la Mañana David Garrido, remisero de la ciudad recientemente incorporado a una empresa de remises, fue detenido aparentemente por estar en el lugar equivocado.

Imágenes ilustrativas

El remisero contó que tomó un pasajero y luego de hacer el recorrido desde barrio Norte hasta el domicilio de este, en el barrio 100 Hectáreas, el pasajero pidió que se detenga para comprar unas latas de cerveza. Cuando regresaban hacia el centro de la ciudad, fueron interceptados por dos personas de civil en motos, uno de ellos hizo bajar al pasajero y el otro mostró la placa de la Policía de Misiones al conductor del remis. Los policías solicitaron refuerzos y al lugar arribaron agentes de toxicomanía, además de otros policías, entre ellos algunos que dijo estaban encapuchados, “le preguntaban al pasajero si compró algo y él le dijo que solamente había comprado dos latas de cerveza, lo revisaron y revisaron el auto”.
El chofer indicó que al continuar con el interrogatorio su pasajero que ya estaba bajo los efectos del alcohol, les contestó de mala manera por lo que la policía lo esposó y lo ingresó al móvil policial. Luego un policía se acercó al remisero y le preguntó sobre la tarifa que desde la base le dijeron era de $145. El policía le indicó que después de revisar al detenido podría continuar con su viaje. Allí le hicieron conducir hasta la Seccional IV donde controlaron que el vehículo tuviera los papeles en regla y no le permitieron contestar la comunicación con la base de la remisera ni un par de llamados telefónicos. Al demorarse, Garrido indicó que le permitan seguir trabajando ya que era el único móvil disponible en la base y esa es la fuente de ingreso de su familia, por lo que le solicitaron que hable con el Jefe de la Seccional y ya dentro de la comisaría, algunos policías le invitaron un mate mientras esperaba. Luego se acercó un señor “pelado” (sic) aclaró, porque quienes hacían el procedimiento no tenían identificaciones y llevó al remisero a una habitación donde le preguntó para que organización trabajaba, “le expliqué que ese pasajero lo tomé en base y haciendo el recorrido nos detuvieron. El me preguntaba si yo sabía si el pasajero había comprado algo, a lo que repetí que no tenía nada, que bajó en un kiosco a comprar cervezas por lo que consideré si podía estar alcoholizado, pero nada más. Entonces me dijo que si yo decía que el pasajero tenía algo y colaboraba iba a ser más fácil para mí. Me hicieron esperar y al rato me pidieron que firme algo. Cuando le pregunté qué era lo que iba a firmar, puso la hoja de costado y no me dejó leer lo que decía. Me indicó que me iba a quedar hasta las 5 con ellos tomando mate si era necesario hasta que me dejarían libre a lo que les contesté que necesitaba trabajar porque ese es mi ingreso. Me insistió para que firme tranquilo y que me quedaría hasta las 5 nomás. Como me negué a firmar, me llevaron junto con el pasajero que seguía esposado, a otra habitación”.
Garrido relató que a él y a su pasajero, junto a un vendedor de libros que estaba esperando colectivo cerca del lugar de su detención, los llevaron al lado del calabozo y luego de presionarlos, los policías les dijeron que cuando se decidan a firmar verían que hacer con ellos. “Después de pasar frio sentados en el piso, nos decidimos a firmar, me pidieron datos de mi patrón para devolverle el auto. Nos esposaron y nos llevaron a la Seccional II. Nos metieron a una pieza y nos desnudaron, nos revisaron ano y genitales con presencia de personal masculino y femenino, se burlaron de nosotros. Nos dieron la ropa nuevamente, nos quitaron las pertenencias y nos metieron en el calabozo donde quedamos incomunicados, sin posibilidad de realizar llamadas. Allí nos hicieron firmar nuevamente algo que sí nos dejaron leer y decía que estábamos por averiguación de antecedentes”, aunque el remisero indicó que estos trámites los había realizado al habilitar su carnet para trabajar con el remis.
El joven manifestó que eran 6 personas que estaban demorados por averiguación de antecedentes, al parecer por estar cerca del lugar donde se realizó el procedimiento policial. También indicó que a su patrón le dijeron que encontraron el vehículo con sus documentos, pero que no sabían nada del chofer.
Garrido señaló que su madre estuvo averiguando en las comisarías por su paradero y no le informaron sobre su detención, solamente cuando ella se dirigió a denunciar su desaparición le dijeron que estaba allí. El remisero explicó que el padre del vendedor de libros también presionó, por lo que a las 20 hs del sábado los liberaron y aunque recuperó parte de sus pertenencias, su teléfono celular aún no se lo devolvieron.
“El lunes temprano fui a hacer la correspondiente denuncia a la fiscalía, porque para mí fue una privación ilegítima de la libertad, fue un abuso de autoridad con apremios ilegales, por más que no nos hayan pegado”, expuso consternado el remisero.
Hoy por la mañana, David Garrido deberá presentarse en la fiscalía para conocer el número de la causa y su abogado realizará el seguimiento de este caso.