Si bien la presencia de la pandemia de COVID 19 opacó la existencia del dengue, los casos se siguen dando en Oberá, aunque en menor cuantía. Según Francisco Penz, Director de zoonosis municipal «los indices larvarios nos dice que hay barrios que tienen mas riesgos que otros en cuanto a mosquitos, Hicimos 4 bloqueos este año, son aleatorios, en Picada Vieja el ultimo es casi zona rural, es diferente a lo que estamos acostumbrados, mayormente en zonas urbanas», comentó.
Dijo que el sistema funciona cuando «al atender un paciente el médico detecta que puede ser un probable caso de dengue y nos hace llegar la información y activamos el protocolo de bloqueo para eliminar el mosquito y que no pique a otro, se utiliza la fumigación espacial y con las promotoras de salud pública se recorre el barrio para notificar a los vecinos y ver la limpieza de reservorios».
Penz recordó que es importante hacer limpieza en forma periódica «tenemos que hacer esto todo el año, no sólo cuando conocemos un caso, mas allá de que el mosquito no vuela mas de 100 mts, la última alternativa es la fumigación pero lo que tenemos que hacer es limpieza para eliminar criaderos».
Detallo que «la fumigación genera resistencia si es continua y contamina el ambiente y genera una falsa expectativa en la persona que observa esto porque cree que ya está libre de mosquitos y no es así, si el reservorio no se elimina seguirá reproduciéndose, por eso insistimos en la limpieza», apuntó.