Luego de la intensa y dolorosa jornada, en la que numerosos docentes, dirigentes, funcionarios, familiares, amigos, vecinos, se acercaron a la sede Oberá de UDPM, a despedir a la ex diputada nacional, Secretaria General del mayor gremio docente de la provincia, Stella Maris Leverberg, sus restos fueron trasladados al cementerio local, La Piedad, para su morada final.
El movimiento fue intenso y el desfile de educadores de todas las edades, sindicalistas de la región y el país, permanente. Un grupo más cercano a la ex legisladora no se movió del lugar.
Antes del traslado de sus restos, la familia, solicitó tener unos minutos en soledad para una despedida íntima. Por lo que los presentes aguardaron la salida del ataúd, fuera del predio, rodeando al impecable coche fúnebre blanco. En el interior del recinto, quedaron los hijos de Marilú, Florencia (que estuvo en el siniestro), Gustavo (llegó de Buenos Aires donde reside) y el menor de ellos, Juan Cruz. Además, su hermana Graciela junto a su familia, entre otros.
Al abrirse la puerta de ingreso y asomar el cajón, un cerrado aplauso surgió de los presentes. Posteriormente una interminable caravana de autos escoltó a la gremialista hasta el cementerio municipal, donde aguardaba otro grupo numeroso de personas que se habían adelantado. Fue nuevamente un cálido aplauso el que acompañó a Leverberg para el responso final hasta el nicho, ubicado a metros de la cruz mayor, donde fueron depositados sus restos.
Mientras esto ocurría en Oberá, desde Eldorado salía la ambulancia llevando a Enzo Gomez, esposo, compañero de vida de Marilú, hacia el nosocomio de Posadas donde permanecerá internado.