Mi mamá dice que la vida real no es como una película de jolivud donde los buenos se salvan. La abuela, el hermano de Raúl, el papá de Ester, ya no están, eso me entristece.
El director de la escuela que me pega con el puño cerrado en la cabeza, parece una tortuga de tan viejo, al menos podría jubilarse. El papá de Nilda, es un borracho gritón que varias veces se cayó de la escalera, pero tiene suerte. El vecino que colgó de los pies a Sergio porque se llevó Lengua, tiene la cara tan arrugada como mis ganas de que reviente.
Mi mamá dice que los malos son duros, pero ayer murió Bruno César Sosa, el repetidor que me humillaba en el grado, hace dos semanas no iba a la escuela, dicen que se enfermó de algo que le creció en los pulmones, un bicho más malo que él. A lo mejor es un bicho nuevo que se come a los malos.
Si uno desea que alguien muera ¿se convierte en asesino?
Aunque la policía no lo sepa y los doctores no se den cuenta, creo que maté a Bruno.