De ir perdida
se hace destino
con la carga de no ser,
lo que esperan
al dar lo tuyo
y seguir cayendo árboles.
Nacemos huérfanos una mañana
para saber que solo hay abrazo
y pobreza de oídos traspasados.
Desesperación
que se instala dentro del cuerpo
como rumias o iluminaciones
que vamos debiendo
al par de brazos que aprieten
la carga de ser.
otres esperan
de manos y piernas
que sueltes lo tuyo
en bruta bulla
hasta destrozar el tiempo
ilesa.