• 24/11/2024 01:00

Múltiples Existencias: La elección (por Aníbal De Grecia)

Era, es, será ella.

Llegué al refugio algo ansioso, a medida que me acercaba a la jaula veía a las gatitas desesperadas queriendo salir. Todas eran hermosas, tiernas como todo animal pequeño, pero yo sabía lo que tenía que hacer; mirar.

Había veintisiete y ocho eran negras. Cuando estuve sobre la jaula, me acuclillé, apuré la mirada tranquila pero atenta, entré ahí, fui una más.

Todas eran hermosas… pero cuando se cruzaron nuestras miradas lo supe y no tuve dudas, era ella.

Atrás el encargado comentaba que las de tres colores son hembras, que los grises hacen muy buenos masajes, que los blanco y negro son buenos en la cocina y las amarillas cazan desde lauchas pequeñas hasta ladrones y que hay que cuidar a los perros de su ferocidad.

Me miró a los ojos y entendí que se trataba de un reencuentro, en su mirada guardaba esquirlas de tiempo y espacio que yo apenas adivinaba.

Por un momento me sentí algo intimidado, ella sabía lo que yo empezaba a entender; recorrimos distintos caminos, vidas y cuerpos, pero el momento era ahora, estábamos aquí los dos mirándonos a los ojos

y la jaula es el caos, el hombre no para de hablar, no sé en qué momento me metió adentro. Vendrá una mujer a llevarnos y estoy feliz de haberte encontrado ¿en qué tiempo estamos? Ya no tengo miedo ¿viniste hoy? Dame una pata, te quiero ¿vamos?

No estamos del todo domesticados, lo sabés por eso no ronroneás acá adentro. Sos vos, lo supe desde aquella mirada hace siglos.