• 23/11/2024 06:21

Múltiples Existencias: Me comí el viaje (por Aníbal De Grecia)

Con setenta y ocho años no pensé que me iba a pasar, pero en Tinder una nunca sabe, igual no hay mal que por bien no venga.

Soy algo ansiosa, tengo caspa y se nota en mi pelo negro; sí, tengo el pelo negro, es de familia.

Mi mamá dijo que deje de joder con eso de las redes, pero es la única manera que tengo de conocer gente, casi no salgo. Los tendones a esta edad se ponen difíciles, las articulaciones casi no existen, tengo esto del ciático que no me deja en paz.

Gerardo tiene cincuenta ocho, veinte años no es nada, más para una que viene de vivir tantas vidas o intentos. Dijo que podía viajar de Tucumán cuando estemos preparados. Esperamos un mes, es prudencial en estos tiempos.

Lo de confiar enseguida lo heredé de mi abuelo, él no sabía decir que No. Un boludo, pero piola. Gerardo vivía con su madre, no tuvo experiencias con parejas de ningún tipo, suele ser hipocondríaco y eso lo condiciona.

Tengo otra cuenta; en Badoo, ahí me enganché con un español de Badajoz de más o menos mi edad, la tiene re clara, pero está muy lejos, cualquiera de los dos que quisiera viajar puede quedarse en el camino, así que mantuvimos la relación por la red, hacemos sexting y esas cosas.

La comadre me dio un reto porque mi foto de perfil en Insta es muy sugerente, pensé en sacarla, pero no lo hice. Al Gera fui verlo, quedamos en que me esperaba en la terminal pero cuando llegué no había nadie. Investigando un poco con los datos que tenía llegué a su casa, me encontré con su mamá que me dijo que se había ido al campo a vivir con su padre y le dejó encomendado que no se lo diga a nadie y que no pase la dirección. Boba yo, así soy desde chiquita cuando en la escuela me dijeron que vaya a la dirección y pregunte por la señorita bigotes, que era la directora y se llamaba así. Mentira y penitencia por su puesto. De ahí el karma.

Con Eloísa la madre de Gera pegamos onda, mucha onda, toda la onda. Ahora soy la madrastra de Gerardo imagínate, por lo menos no me sentí tan boluda, a veces creo que el tonto fue él, pero no, es un ángel el nene, gracias a que hicimos rancho por Tinder, nosotras estamos juntas.