• 24/11/2024 00:23

Múltiples Existencias: Todo se puso marrón (por Claudia Queiroz)

Todo se puso marrón, el muelle, los barcos, las banderas. La lluvia acentuaba el color como echando baldazos de melancolía. Una montaña de cebada esperaba amontonada dentro de un galpón. Los inmigrantes bajaban por un puente colgante, mujeres y hombres y niños, todos marrones. La mujer de la aduana anotaba apellidos. Una joven de baja estatura, no supo decir su nombre. La amenazaron con volver a embarcarla. Alguien propuso que resolviera una adivinanza.

Dos madres y dos hijas, salieron a cazar conejos, cazaron tres y se los repartieron, uno para cada cual ¿Cómo lo hicieron?

Un loco de manos polvorientas tocaba en un acordeón a piano las notas del “Para Elisa”

La joven tenía los ojos asustados, marrones, pecas marrones, ropa marrón.

Dos madres y dos hijas, tres conejos.

Vi que sobresalían de las mangas del tapado sendos ramilletes de manzanilla. Corrí a soplarle al oído. La abuela, la madre, la hija.

Resuelta la adivinanza la dejaron subir a otro barco que iba tierra adentro. Me llevó con ella, no sin antes dejar que me despida con un beso del acordeón a piano y entregarme blanco, blanquísimo, mi conejo.