En este momento, en general, hay un desconcierto y desánimo que genera un campo propicio para que crezca la llamada verdad emotiva o posverdad. Esa mentira, casi torturante, que se quiere casi en un “miénteme que me gusta”, opera como placebo al oído. Son las dosis de posverdad en las que, sin mayores razonamientos se cree. Ellas sirven para no preocuparse en profundidad por el momento y dominar las angustias de la realidad. Esta debilidad de la razón y el espíritu es muy bien usada por la política y especialmente por el gobierno del presidente Mauricio Macri.
En esa lógica se habla de buscar pobreza cero, mientras cada vez más están condicionadas las necesidades básicas de los más débiles y todos los días se evidencia que los verdaderos privilegiados de la política económica son los poderosos y la pobreza crece.
En la línea señalada se hacen una gran cantidad de montajes, de puestas en escena, de mentiras abiertas, como los viajes en colectivo en el que el presidente se muestra como viajando en un ómnibus en contacto con el pueblo, pero la realidad era que todo estaba armado con actores contratados. De la misma manera los falsos trabajadores que saludaban al presidente en las fábricas.
A su vez, se justifican inaceptablemente las quitas de derechos de los trabajadores diciendo que ello se debe a una “mafia de abogados laboralistas” que abusaron de los derechos que tenían los obreros al defenderlos.
Por su parte la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires Maria Eugenia Vidal fundaba su necesidad de no hacer lugar a las reivindicaciones salariales de los docentes, generalizando que no la merecían porque eran muy faltadores.
Las mentiras llegan al colmo que Pablo Tonelli, diputado de Cambiemos defendió la polémica reforma previsional diciendo que «los jubilados pierden plata, pero no poder adquisitivo». O sea, se pretende demostrar que a los ancianos no cabe que se les aumente como corresponde las jubilaciones, ya que si bien pierden dinero, con seguridad lo que les queda permitirá comprar las mismas cosas. Es tan absurdo lo que se sostiene que, sólo desde un colonialismo mental, propio de la postverdad, se puede aceptar dicha afirmación que hiere los derechos básicos de los jubilados y jubiladas.
Ilegalidades mentirosas
La vicepresidenta Gabriela Michetti en el programa de Mirtha Legrand se refirió a la represión del grupo Albatros de la Prefectura, en la que murió el militante Rafael Nahuel de 22 años, en la zona del Lago Mascardi, en el Sur del país y sostuvo: “Hubo un ataque, no tiraron tiros porque si, ellos mismos estaban ahí tirando. Hay armas”. Y ente una pregunta del periodista Ernesto Tenembaum quien le dijo que defina qué tipo de armamento tenían los Mapuches, Michetti contestó, enfáticamente, para avalar el accionar de prefectura, “Se supone que hay armas de todo tipo, lanzas… piedras”. O sea, le pareció correcto el accionar de Prefectura, que tiraron muchas balas de 9 milímetros a los aborígenes y mataron a Nahuel, porque entendía que los Mapuches eran un peligro. Según su visión justificaba lo que se hizo, ya que suponía que tenían lanzas y piedras. La mentira y el razonamiento manejado de esa forma por la Vicepresidenta, hiere, delictivamente, la conciencia moral de la Nación.
El Presidente invita a que no se evada impuestos y hasta el día de hoy no ha justificado debidamente, las razones por las que tuvo y tiene millones de dólares en paraísos fiscales él, familiares y amigos. Lugares estos denominados “offshore”, casualmente creados para evitar pagar impuestos, situaciones estas evidenciadas con los llamados “Panamá Papers”.
Todas las tarifas de gas firmadas por el Ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren violan la ley 25.188 de Ética Pública y son nulas de nulidad absoluta, porque es un funcionario íntimamente ligado con las empresas de energía y que no se desvinculó de ellas tres años antes de asumir el cargo, como manda la ley. Sin embargo el gobierno lo cubre como si la supuesta experiencia y contactos del funcionario justificaran violar la ley y todos sabemos lo que le ha costado y le cuesta a la sociedad las determinaciones adoptadas por Aranguren, con reajustes desmedidos e injustificados de las tarifas del gas, favoreciendo a sus anteriores patrones.
Circo degradante
A la breve lista de temas impunemente realizados, cubiertos con mentiras por grandes medios de difusión afines al gobierno, se potencian negativamente, cuando también se violan, sin pudor, otros derechos básicos que hacen a la dignidad humana.
Ahora, no sólo se presiona a la justicia que actúe conforme a las conveniencias del gobierno, y ello se termina haciendo de manera degradante, en un verdadero circo romano, pero sin pan. A los que consideran enemigos políticos, se los detiene en horarios inadecuados de noche, no se respeta a su familia. Se los fotografía en piyama y recién levantado. Hay prensa avisada para que registre la detención del requerido pero disfrazado con casco y chaleco antibalas. Se deja filmar la cama donde dormirá en la cárcel, casi exigiendo que en vez de almohada se le ponga adoquines, para que sufra de antemano. Se justifican prisiones preventivas ilegalmente, incluso en algunos casos, contra de mandatos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Cabe recordar las demoras e idas y vueltas que dio nuestra justicia en la situación de Milagros Salas y su prisión domiciliaria. La propia Corte Suprema de Justicia de la Nación se tomó más de un año en resolver lo que correspondía en el tema.
Si la manipulación mentirosa manda y la lógica de circo mediático es el que entretiene y conduce los impulsos sociales, no hay futuro en dignidad y menos respeto a la esencia de una Democracia que garantice derechos humanos.
Dr. Miguel Julio Rodríguez Villafañe
Abogado constitucionalista
Periodista columnista de opinión