Con pocas esperanzas en un intento de diálogo con el gobierno nacional, se encuentran los productores yerbateros que se reunieron la semana anterior en la localidad de Tres Capones. No hay precio del producto y la zafra termina para muchos sin posibilidad de realizar en diciembre la zafriña.
De acuerdo a lo expuesto por Igor Sobol, productor yerbatero de la zona centro «Tuvimos varias reuniones la última fue en Tres capones, donde estuvimos productores y sector político dirigencial, porque hay una incertidumbre total en la producción yerbatera e intentamos ver qué hacer»,dijo
«Estamos totalmente descolocados, no tuvimos respuesta de Nación, se pidió el acompañamiento de los diputados que estuvieron de todas las líneas, incluso el legislador Nacional Carlos Fernández, existe mucho diálogo con todos los sectores políticos y se combinó en solicitar el acompañamiento del gobernador en peticionar a la Nación respuestas mayormente respecto al Inym», explicó.
Dijo que en San Pedro se había decidido ya, que la zafra se termine como estaba porque no tenemos ni siquiera precio, es crítica la situación y no se puede seguir si no sabes con qué te vas a encontrar en cuanto a los gastos que insume cortar la yerba».
Mencionó que «Ya se decidió que no va a haber en safriña en diciembre, esto se decidió en San Pedro y se habló aquí en Tres capones de manetener esa postura»,
Explicó que van a insistir con el diálogo con Nación, en una última instancia «Sabemos que es poco probable una respuesta, pero queremos plantearle una última vez con respecto a la situación de los productores porque la producción es excelente y hay mucho dinero en juego, el tema es que no llega a los productores. Esto no es culpa ni de los comerciantes, ni de los industriales, sino que no hay un mecanismo que proteja los productores con el tema precio», sostuvo.
«Lo que se ve es la desaparición del Inym y queremos que se mantenga, con modificaciones o no, pero queremos que se mantenga. Y no se trata solo de esta zafra sino la del año que viene porque hay que pensar que hay que seguir viviendo. Hoy no hay precio, no existe, se paga entre $80 a 200 pesos, depende de quien te toque que compre, es una locura», precisó