En el film “Frankenstein”, en la escena del monstruo y la niña, el juego de tirar “margaritas” al lago
termina mal. porque el monstruo al quedarse sin ellas, como parte del juego –tira- a la niña al lago
y se ahoga, acto seguido. la siguiente escena lo muestra en forma -dolorosa, angustiante-, por lo
que hizo, pero quizás lo más tormentoso la cuestión, no sea por lo que “hizo” sino por “quien lo
hizo”, lo que delataría su condición monstruosa.
Antes de definir a lo monstruoso sea pertinente preguntar por “el o los responsables” de tal creación
e intencionalidad de tal crear, porque en un sistema que asfixia, ahoga, corrupto, nulo éxito y
muchos fracasos, termine por generar resistencia a esas víctimas -acerca- los valores esgrimido que
postula el sistema, el monstruo ¡nace de ahí!, como una forma incontrolable y lejos de toda
racionalidad, con furia y rabia, lleno de carencias, nace de ahí.
Lo que pone en “entredicho” a la idea generalizada de la democracia, porque el -sistema
electoralista- ¡es democrático! pero el resultado de aquellos elegidos, siempre estarán vinculado a
ese emerger oscuro, porque la democracia -no otorga- ¡sabiduría! a los elegidos, sino que solo los
posiciona ahí, para gobernar, por el cual el “panfleto” electoralista que sostiene del peligro o evento
contra la democracia si se vota a tal candidato, es ¡falso! porque quien gobierna y decide son los –
representantes-, el sistema los pone ahí.
-Milei- sin lugar a dudas es un ejemplo cabal de lo monstruoso que se fue incubando durante años
a la “sombra” del sistema político en este país, su éxito, la capacidad para posicionarse en medios,
periodistas, analistas ha sido ¡descomunal!, la visualización de Milei acompañado por una estética
revulsiva, nihilista y rupturista ha sido –magistral-, así, el grotesco que caracterizó a su proselitismo,
fue una excelente estrategia, que llegó, pues obtuvo un resultado promisorio en las pasos y desde
ayer, es la segunda fuerza votada después de Massa.
Claro, lo que “gana” Milei por un lado, lo “pierda” por el otro, y son sus propuestas, y si bien
interesante por posicionar una agenda electoral, vaucher, dolarización, destrucción de esto, aquello
y lo otro, motosierra, ruptura de relaciones etc., a la hora del análisis de lo que “dice” se torna
impracticable, uno se tienta a sostener que la monstruosidad, consista en ese disloque entre el
mostrarse, el decir y lo impracticable, pero ¡no!, la monstruosidad son aquellos que llevaron al
monstruo casi al 30% de votos en estas elecciones del domingo.
Por eso la pregunta, no es el hecho de quien has votado, que ha sido Milei ni tampoco por quien
eres sino – ¡quién te ha creado así! -,….¡hazte cargo creador!
Por el cual Milei se torna “modelo”, en la visualidad, en lo estético, en lo explosivo, en el nihilismo
seductor que denuncia a la casta, y sabiendo las carencias, el “nuevo” Miley que surja, aprenderá a
declarar racionalmente, a dar posibilidades lógicas de sus propuestas y avalado por un trasfondo
que no cambia, la continuidad de los creadores de “monstruos” y que el sistema electoral de la
Democracia ¡posiciona!
Juan Oviedo