• 23/11/2024 05:32

Reflexiones entre equívocas y univocas: Legos (por Juan Oviedo)

Un panel en T.V. con tendencia política peronista y o kirchnerista, excepto por dos panelistas, se encarga -noche tras noche- a denostar los hechos de gobierno, entre acalorados momentos de discusiones y a veces, entuertos entre ellos mismos -en especial- entre las dos palistas y los restantes integrantes del staff , uno de ellos llamado “Pitu”, siempre con gorra él a modo de un sello de donde proviene, a modo de las camperas de los gordos de la C.G.T., utilizo el concepto de “violencia simbólica” aplicándolo sobre lo que se estaba discutiendo.

Lo “académico” siempre está dispuesto para aclarar desde un punto de vista -no ordinario-, cuestiones que tienen que ver con lo –ordinario-, la realidad, y tal ser el meollo del programa citado, se encarga de mostrar la realidad de la presente gestión política, ahora, este decir acerca de Bourdieu y su “violencia simbólica”, ponga en la palestra el hecho del citar, pero sin decir la fuerte ni el contexto ni del porqué de tal pensamiento, “violencia simbólica” es una conclusión, lo que muestra a las claras que ese sujeto se apropió para sí, ese decir como algo “propio”, si no expone el antecedente de la problemática que lo llevo a Bourdieu, investigar, analizar y pensar la problemática y sintetizar como “violencia simbólica”.

Cuando alguien cita a terceros del ámbito académico, algo que fue “pensado” por otros, sin decir la fuente, problemática etc. sabemos que eso se llama -deshonestidad intelectual-, típico del pastiche posmoderno, del cortar y pegar, en este caso en la mente del señalado sujeto -términos, conceptos, ideas-, y utilizarlas como parte de “su” decir en el intercambio de palabras, ahora, tal actitud traicione al “espíritu” de lo académico al ser utilizado -no para aclarar- sino para posicionar líneas de pensamiento afín al sujeto, y lo objetivo, sea utilizado subjetivamente, como parte de esa traición a lo académico, ¿qué le haces decir al ilustre, aquel que ha estudiado, formado, investigado por décadas y acuñar una línea conceptual?, ¿qué le hace decir el lego?

Otra perla, en el citado programa otra discusión surge entre su “conductor” y una de las panelistas no “adoctrinada”, referida acerca del “cierre” de una institución que hizo el gobierno, y la panelista estar de acuerdo con tal cierre, entonces, el conductor señala que estaba mal porque podía esa institución mejorarse y cita el concepto de la “potencialidad”, pero la potencialidad tiene otra lectura, primero, es mantener algo que está mal y se mantenga por -si puede- mejorar, pero como esta en el futuro, -no se- puede saber, segundo, la potencia ya ha sido agotada por el acto -eso que funciona mal-, entonces, la potencia es tergiversada y utilizada ideológicamente, lo que significa otro “hacerle” decir a Aristóteles a su
hilomorfismo, por supuesto, el -lego conductor- ignora todo lo que con eso el estagirita, quiso señalar.

La lectura y la formación intelectual son dos cosas distintas, si bien muy vinculadas al leer pero la lectura sin orden, sin guía, sin orientación, se transforme en una laguna, en baches, distinta a la ruta del “cabal” conocimiento que tiene como eje a -causas, motivos y por qué-, encargados a desafiar a aquellos que la realidad provoca y para ello, nutrirse con gente que piense, indague y se pregunte, que son los “serios” del pensar, ¿y los otros?, legos de la farándula televisiva, opinólogos e hijos del copiar, pegar y repetir, que hacen como propio de su cuño el pensar académico y hacerle decir a los ilustres, lo que ellos -no han dicho-, cosa de panelistas y conductores legos.


Juan Oviedo