Con más de 65 niños, Patricia Galarza, quien tiene 7 hijos e inclusive dos en recuperación por problemas de adicciones, cocina y atiende un espacio que en su propia casa levantó para ayudar a los niños del Barrio Sapucay. Un barrio repleto de carencias, con muchos casos de adicciones y una necesidad de afecto y contención puntual y efectiva.
La ayuda de Caritas es fundamental para que Patricia pueda seguir con la tarea, pero, no es suficiente. Frente a una Iglesia y muy próximo al arroyo Mbotaby, se levanta todos los dias y lleva adelante la tarea de quitar el hambre a tantos niños, un poco al menos. » Trato de que tengan un plato de comida al menos, es un merendero pero queremos convertirlo en comedor, esta tierra es mia, pero yo quería hacer un centro de adicciones porque hay muchos chicos adictos, pero no pude y comenzamos con ésto. Tengo hijos de 7 años hasta el más grande de 21 y veo las necesidades, a lo que lleva y quise hacer algo y el Padre Fabián de Caritas me ayuda mucho, incluso con mi hijo que ahora sale de este problema de adicciones», indicó al Aire de Integración.
Mucho tiempo, la comisión vecinal del Barrio-ahora disuelta-hizo saber a la Municipalidad local y sus autoridades de esta situación, solicitando incluso la incorporación de un comedor en la zona, pero, el Secretario de desarrollo Humano Rafael Márquez Da Silva, dijo que no era necesario porque la mayoria de los chicos ya asistian al Hogar de dia, que está próximo.
«Estamos logrando contar con víveres para que funcione de lunes a viernes, mis hijos me ayudan, pero no va a alcanzar para enero y febrero donde incluso suman más chicos, asi que debo solicitar a los que puedan a acercar arroz, fideos, pan o leña, porque cocino en la cocina a leña pero no tengo tanta», mencionó.
Los niños asisten y llevan la comida a la casa, porque el sector no tiene mesas ni bancos, ni un techo para guarecerse en el patio. «Hay más de 30 chicos con problemas de adicciones, que conocemos y que queremos ayudar, yo acudí al padre Fabián que me dió una mano, uno de mis hijos se ha recuperado y el otro está hace 5 meses en un centro, pero veo a muchos chicos acá que son discriminados, ni les miran, cuando hay que hacer todo lo contrario y eso duele. Más allá del Padre Fabián ni una autoridad viene a ver esto, a ver qué se puede hacer», mencionó.
Patricia está sola, se hace cargo de sus hijos como puede, los que estudian y ayudan en el comedor, ubicado en la Av Juan Domingo Perón 258. Más allá de su propia situación de pobreza, su vivienda se mantiene aseada, ordenada. Insiste en que sus hijos estudien, como ella no pudo hacerlo. Ahora, pide ayuda para ayudar, que no es poca cosa.